Antes caminábamos tranquilos. Hoy, hay que tener ojos en la nuca

La sensación de inseguridad crece en barrios que hasta hace poco eran considerados tranquilos. Jóvenes que salían a cualquier hora sin miedo hoy modifican sus hábitos. El municipio muestra estadísticas, pero en la calle la percepción es otra
Image Preview (Placeholder)
 Para muchos jóvenes de San Isidro, salir a la calle ya no se siente como antes. Zonas que eran consideradas seguras y activas ahora están más vacías, con iluminación deficiente y una presencia policial que, según varios vecinos, se volvió esporádica.

“Moverse caminando o en bondi era lo normal. Hoy a la noche es imposible. En algunas cuadras, directamente no pasás”, cuenta Emma, 21 años, de Beccar.

Un relevamiento compartido en redes vecinales y grupos barriales indica que en al menos seis zonas del distrito —incluyendo partes de Boulogne, Beccar y Martínez— se habría registrado un aumento de arrebatos y robos sin que llegue nunca el patrullaje municipal. Si bien el municipio publica cifras que sugieren un aumento de recursos, muchos vecinos cuestionan la falta de transparencia en los datos y marketing político.

La percepción de desprotección no se limita a los hechos. Es también lo que no está: menos móviles visibles, menos agentes caminando, menos reacción ante reclamos. “Antes veías pasar un móvil cada 20 minutos. Ahora podés estar una hora en la plaza sin ver uno”, comenta Santiago, de 23 años.

Desde que asumió la gestión de Ramón Lanús, varios programas de patrullaje municipal parecen haberse reducido o centralizado en zonas de mayor visibilidad pública, según denuncian referentes vecinales. “Ir a la noche a tomarse el colectivo es una aventura. Literal. Sin luces, sin patrullas. Nada”, dice un estudiante de la UBA Martínez

La falta de iluminación y de poda de árboles —ya denunciada en múltiples reclamos— potencia la sensación de inseguridad. La inseguridad no empieza con el robo. Empieza con la oscuridad, con el abandono, con la falta de respuesta.

Muchos jóvenes no piden grandes obras. Piden presencia real. Quieren poder ir a entrenar de noche, volver de una juntada caminando, o salir a correr sin miedo. Y si eso era posible hace unos años, la pregunta cae sola:

¿Qué se dejó de hacer para que hoy eso ya no esté garantizado?
Etiquetas:
Sin Etiquetas
Imagen de perfil
placehoder publicity
placehoder publicity